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Difundimos este llamado de solidaridad para el pueblo haitiano que ha sufrido la mayor catástrofe de su historia.
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Terremoto en Haití: Solidaridad con el pueblo haitiano
En este momento tan duro, nos posicionamos como siempre junto al pueblo haitiano. Toda nuestra solidaridad con ellos, hacemos nuestro su dolor y desde este medio hacemos convocamos a nuestros lectores y a todas las personas conscientes a que acudan al llamado de ayuda lanzado por diversas organizaciones humanitarias que están tratando de entregar alguna clase de alivio en esta situación tan dramática.
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Ni lágrimas de cocodrilo ni silencio:
Solidaridad con el pueblo haitiano
Solidaridad con el pueblo haitiano
La tragedia una vez más golpea las puertas de Haití. Esta vez, en la forma de un terrible terremoto grado 7 que ha devastado al país y lo ha convertido en ruinas. Aún no se tienen datos exactos del número de víctimas, pero la Cruz Roja habla de 3 millones de damnificados y el número de muertos podría incluso alcanzar a los 100.000 –una cifra horrenda si consideramos que este país cuenta con tan sólo 8 millones de habitantes. Las imágenes que nos llegan de sobrevivientes aplastados bajo ruinas clamando ayuda, de niños heridos, de familiares desgarrándose en llanto por sus seres queridos muertos retratan el horror de esta tragedia mejor que mil palabras.
En este momento tan duro, nos posicionamos como siempre junto al pueblo haitiano. Toda nuestra solidaridad con ellos, hacemos nuestro su dolor y desde este medio hacemos convocamos a nuestros lectores y a todas las personas conscientes a que acudan al llamado de ayuda lanzado por diversas organizaciones humanitarias que están tratando de entregar alguna clase de alivio en esta situación tan dramática.
De igual manera, no podemos dejar de sentir justa indignación ante la hipocresía de una “comunidad internacional” que vuelve a derramar lágrimas de cocodrilo ante la “incomprensible tragedia” que sufre el pueblo haitiano (utilizando las palabras de Obama), pero que no reconoce la enorme responsabilidad que ella misma tiene ante ésta –el impacto del terremoto pudo ser tan devastador, pues estamos ante un pueblo previamente devastado por un siglo de intervenciones militares, de saqueo desvergonzado, de regímenes autocráticos respaldados por Francia y Estados Unidos y de políticas de las organizaciones financieras internacionales destinadas a arruinar al pueblo haitiano en beneficio de unos cuantos. Un país convertido en una enorme maquila, donde la mayoría de la población subsiste a duras penas gracias a la caridad. Acá no estamos ante un simple desastre natural, como los medios de comunicación nos quieren hacer creer: estamos, en realidad, ante una tragedia de causas sociales. El terremoto sencillamente terminó la tarea comenzada por Estados Unidos, Francia, Canadá, la MINUSTAH (las tropas de ocupación de la ONU), el Fondo Monetario Internacional y organizaciones de desarrollo fraudulentas como US AID.
A ninguno de ellos les importó el pueblo haitiano mientras éste se ahogaba en la deuda externa contraída de manera completamente fraudulenta por la dictadura de los Duvalier, y nunca hubo mayor “angustia” en extraer hasta el más miserable centavo de un país en ruinas y con una población hambreada;
A ninguno de ellos les importó el pueblo haitiano cuando “hubo” que imponer programas de ajuste estructural en los ’90 que tuvieron resultados calamitosos sobre la población, como fue la reducción de tarifas a la importación de alimentos como el arroz, que redundó en la destrucción absoluta del campesinado, el cual fue empujado a los suburbios marginales de Puerto Príncipe –dejando a un país hasta entonces capaz de alimentarse a sí mismo en el hambre más brutal, como lo demostraron las rebeliones de hambrientos en Abril del 2008;
A ninguno de ellos les importó el pueblo haitiano cuando durante las dictaduras de Duvalier, Namphy, Avril, Cedras y Latortue (todas las cuales contaron con el beneplácito de Washington y París) se violó, mutiló, desapareció y masacró a miles de haitianos. Algunos, como Jean Claude Duvalier, viven lujosamente en Francia. O como Raoul Cedras, que gracias a los dineros que recibió como parte del arreglo con los Estados Unidos que terminó su dictadura, se recauchó en un respetable hombre de negocios en Panamá;
A ninguno de ellos les importó el pueblo haitiano cuando aparecieron miles de denuncias de los abusos sexuales cometidos por las tropas de la misión “civilizadora” de la MINUSTAH, que hoy continúan ocupando, violando y asesinando impunemente en Haití, como lo demuestra la repatriación a Sri Lanka de más de un centenar de cascos azules de ese país en Noviembre del 2007, que durante su servicio fueron culpables de varios centenares de violaciones y que en su país jamás enfrentaron ni siquiera una pantomima de justicia;
A ninguno de ellos les importó el pueblo haitiano, cuando las maquilas distorsionaron enormemente la economía de ese país, pagando a sus obreros sueldos de miseria mientras los abusos de toda naturaleza están a la orden del día;
La lista de razones para estar indignado ante las hipócritas declaraciones de pesar de un Sarkozy, de un Obama, de un Ban Ki-Moon, de un Lula, es demasiado larga como para continuar. Pero digamos, sencillamente, que mientras más miserable un pueblo, más fuertemente será golpeado por los azares de la naturaleza. Y es esa miseria la causada por las fuerzas de un modelo impuesto mediante dictaduras y presiones internacionales: si tres cuartas partes de la población de Puerto Príncipe viven en barrios miseria que crecieron de la mano de la ruina de la estructura económica de Haití (principalmente del campo), al alero de construcciones precarias, ¿podemos sorprendernos de que los muertos se cuenten por miles?
Esperamos que la solidaridad de los pueblos del mundo con Haití sea contundente. Como se ha dicho muchas veces, la solidaridad es la ternura de los pueblos. Y esperamos que esa solidaridad de la cual miles de vidas dependen hoy, se haga llegar y no se enrede en una maraña de ONGs y organizaciones de ayuda humanitaria. Sin lugar a dudas, hay muchas organizaciones de indudable reputación como la Cruz Roja que estarán realizando valiosas labores de asistencia; pero junto a ella también aparecen tiburones que profitan de estas tragedias con los cuales hay que tener ojo – son las organizaciones populares haitianas las que deben estar alerta para que la ayuda llegue a quienes la necesitan y se distribuya de manera eficiente. También esperamos que no llegue una invasión de “hombres blancos” por parte de ciertas ONGs a realizar tareas, como construir casas, que los mismos haitianos pueden realizar perfectamente y que, con niveles de desempleo rondando el 80%, no hay razón por la cual no podrían hacerlo.
Para terminar, llamamos a la solidaridad. No solamente ante esta tragedia que nos conmueve a todos los que tenemos corazón en el pecho, sino solidaridad ahora y siempre, una solidaridad que vaya más allá de esta coyuntura; una solidaridad que escarbe tras las ruinas para entender que la tragedia haitiana es bastante más profunda que un terremoto grado 7 en la escala de Richter; en fin, una solidaridad que obligue a replantearse las relaciones que mantienen las grandes potencias con nuestra región del mundo, relación de la cual Haití no es sino el ejemplo más espantoso. Una solidaridad que nos mueva a comenzar a cuestionar cada vez más el rol que juegan, por ejemplo, tropas de la mayoría de los países latinoamericanos en una ocupación militar que ha tenido un efecto tan devastador como el de este terremoto, aunque ahora quieran borrar esto tomándose unas fotos repartiendo bolsas de arroz a los damnificados.
José Antonio Gutiérrez D.
13 de Enero, 2010
¡Solidaridad con el pueblo haitiano ahora y siempre!
2 comentarios:
Se esta circulando un comunicado en ingles de la gente del Miami Autonomy & Solidarity sobre el tema del terremoto fortisimo en Haiti. Están pidiendo dinero para una organizacion haitiana llamado Batay Ouvriye (http://www.batayouvriye.org/Espanol/quien.html). Lo que proponen es que se arme una reconstruccion de la isla independientemente de las corrupciones y manipulaciones del gobierno y el capital (inter)nacional.
Por si les interesa, este es el comunicado traducido al castellano:
¡Solidaridad con el pueblo trabajador de Haití!
Miami Autonomy & Solidarity (MAS) y la Batay Ouvriye Haiti Solidarity Network piden ayuda y fondos solidarios para ayudar a la clase trabajadora haitiana.
14 de enero de 2009 – Haití ha sido devastado por un desastre natural de cuyo alcance tan sólo tenemos un conocimiento superficial. El pueblo haitiano va a tardar décadas en la reconstrucción de sus vidas y hogares, tras sufrir un desmoronamiento sin precedentes, tanto físico como social. Pero a pesar de lo impredecible de los terremotos, este desastre no es natural, es una monstruosidad de nuestra época. La extensión de los daños ocasionados por el terremoto es parte del costo de la explotación sin freno que en cada momento prioriza el beneficio sobre la salud, la seguridad y el bienestar del pueblo haitiano. Mientras que el mundo se prepara para ayudar, el poder afronta una oportunidad. Los trabajadores y campesinos haitianos han luchado durante décadas por sus derechos más básicos, mientras que las fuerzas de ocupación de la ONU, el Estado y las elites gobernantes mantienen la miseria social sin cesar. Ahora que Puerto Príncipe está hecha escombros, surgen nuevas oportunidades para los gobernantes de reconstruir Haití en su propio interés, del mismo modo que a los trabajadores y campesinos de reafirmar su derecho a vivir en su propio Haití, en el que no estén obligados a vivir en edificios peligrosos y trabajar tan sólo para llenar los bolsillos de las elites, locales o extranjeras.
A medida que pasamos de observar con horror la tragedia a la acción, podemos ofrecer una alternativa. Hay un fuerte y bello deseo de hacer algo, de ayudar a los demás en este momento de necesidad. Nuestras acciones son más fuertes cuando nos organizamos, y hacemos un esfuerzo coordinado. Ahora mismo podemos comprometernos a actuar en solidaridad directa con los movimientos sociales autónomos de Haití. Son la mejor opción posible para el pueblo haitiano, y realmente necesitan ayuda. Al mismo tiempo, estamos en la mejor posición para ayudarles por un interés común como personas comprometidas en la lucha contra un sistema que funciona para explotarnos a todos. Llamamos a la solidaridad entre gente implicada en una lucha común. No es tan sólo una cuestión de dinero para SOCORRO, sino también un acto autónomo e independiente de solidaridad internacional que deje en evidencia el fracaso de las fuerzas de ocupación, las corporaciones multinacionales y las elites haitianas, que son las principales responsables de la decadencia de Haití. Habrá flujos de ayuda y dinero en forma de caridad hasta el próximo desastre. Nuestro acto de solidaridad no debería ser de ningún modo tan sólo un acto de ayuda humanitaria. No debería ser un acto apolítico, y no deberíamos dar luz verde a aquellos que desean sacar provecho a costa de los demás. Debería ser un acto de solidaridad con el pueblo luchador de Haití y sus organizaciones, y al mismo tiempo, de rechazo a las totalmente ineptas elites haitianas y su aparato de Estado, que han llevado a Haití a la bancarrota. El terremoto es un desastre natural, pero el Estado de Haití, la miserable pobreza de las masas y la injusticia del orden social, no lo son.
Tenemos relación con una organización, Batay Ouvriye, y estamos empleando nuestros recursos y nuestro tiempo en ayudar a Batay Ourviye a reconstruirse tras la catástrofe y mantener la lucha por un Haití y un mundo mejores. Batay Ourviye es una combativa organización de base de trabajadores y campesinos de Haití, con trabajadores de toda Haití, especialmente en las zonas industriales en las que son explotados y en las Zonas de Libre Comercio.
Hemos establecido medios para enviar dinero a Batay Ourviye. Si más gente quiere mandar dinero a esta organización, por favor, contacten con nosotros en la siguiente dirección: miamiautonomyandsolidarity (arroba) yahoo.com
Miami Autonomy & Solidarity and Batay Ouvriye Haiti Solidarity Network
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