lunes, 11 de octubre de 2010

¡Nuestros pueblos se levantan por justicia, tierra y libertad!

Este 12 de octubre los pueblos de Latinoamérica recuerdan que hace 518 años, los invasores europeos llegaron a nuestras tierras, para comenzar lo que sería el genocidio más grande de las comunidades originarias, sus culturas y tradiciones milenarias, cobrando la vida de millones de indígenas en las tierras del "nuevo continente". La orden era colonizar –civilizar, le llaman ellos- a costa de sangre y acero.

Se calcula entre 70 y 80 millones de indígenas pertenecientes a las civilizaciones Inca, Azteca, Maya, Aymará, Tupí-guaraní, Araucana, Chibcha, Timote, Aruak y Karib fueron sometidos y exterminados a causa de la “conquista” y colonización española, portuguesa, francesa, inglesa, holandesa y danesa, siendo esto los primeros antecedentes de la formación de Imperios de dominación, en nuestra región. Así mismo se calcula que al menos a 45 millones de africanos -secuestrados previamente de sus lugares de origen- fueron utilizaron como mano de obra esclava en la tierras de la nueva América.

Entonces, es a partir de 1942 (con el hito de la llegada de Cristóbal Colón), que se va a dar inicio a todo un período de explotación salvaje, de desplazamiento de pueblos enteros, de exterminio de culturas autóctonas, de imposición de creencias y supersticiones occidentales, de segregación y exclusión que aún hoy pervive, pero que al mismo tiempo fueron generándose las condiciones para las rebeliones constantes de los pueblos dominados, se fueron gestando los primeros gritos de independencia y liberación. Este proceso aún no acaba y sigue su camino, pues los amos se mantiene, han cambiado de nombre y rostro, pero en esencia son los mismos.

Pueblos sometidos, pueblos en rebeldía

Es así que Haití, fue el primer país del continente en conseguir su independencia de la Corona Francesa en 1804, pero ser la primera república negra del mundo le costó la muerte de más de 150 mil personas, además el suplicio que vivió en las cárceles francesas el líder independentista y antiesclavista haitiano, Toussaint Louverture (1743-1803), el asesinato de su sucesor en la lucha, Jean Jacques Dessalines (1578-1806), así como el cruento bloqueo económico, político y militar que fue impuesto contra toda la población, fueron intentos desesperados de los franceses para restablecer la esclavitud en el territorio haitiano liberado.

Y en el resto de nuestra Latinoamérica, atravesamos una coyuntura marcada por las conmemoraciones del Bicentenario en varios países (aunque no sea el bicentenario de sus independencias reales, sino del inicio de la lucha por ella, es decir, si el Perú celebrara su aniversario como otros países, no a partir del nacimiento del Estado republicano, sino en función al primer intento por alcanzarlo, se haría el 2011, cuando serán los 200 años del grito emancipador de Francisco de Zela en Tacna)

Esta aparente confusión de fechas induce a un segundo error. A veces se piensa que las otras repúblicas americanas han superado la herencia colonial y han construido Estados integrados y respetuosos de su población. Ese argumento sostiene que en el Perú estaríamos retrasados, que seguiríamos siendo víctimas del racismo y la exclusión, que provendrían de vicios coloniales, supuestamente intactos entre nosotros y superados en los demás países.

Pero el tema de los mapuches en Chile demuestra que tal afirmación es errónea. En efecto, ningún país americano ha superado la herencia colonial con los pueblos originarios. En algunos casos, el mestizaje fue masivo y abarcó a buena parte de la población indígena, diluyendo el tema. Pero ahí donde los indígenas sobrevivieron y no fueron absorbidos, sus derechos fueron arrasados después de la independencia.
Es decir, Chile se formó arrebatándole al pueblo Mapuche el territorio que los españoles no pudieron arrebatarles. Es decir, la república criolla fue más cruel con los indígenas que los españoles mismos.

Semejante al caso peruano, donde la independencia significó la anulación de la comunidad campesina y la ofensiva terrateniente sobre las tierras de indios. En nuestro caso, el mismo Simón Bolívar decretó la disolución de la comunidad campesina. En ambas Américas se vivió un proceso similar.

Vale mencionar que las repúblicas que están celebrando sus bicentenarios han anulado los derechos de los pueblos originarios. A 500 años de la invasión europea y 200 de supuesta independencia política, los indígenas latinoamericanos siguen siendo los grandes perdedores de la invasión de Occidente.

El pueblo peruano también existe y resiste

Nuestro país afronta un gobierno de marcado carácter anti-popular, demagógico y fiel a las recetas neoliberales dictadas desde EE.UU. Estamos en la última recta de la actual gestión aprista y ya podemos contar un saldo bastante negativo para los sectores populares que han sido sumidos más hondo con políticas de hambre y miseria, con la propuesta de Decretos Legislativos nocivos a los intereses populares y en beneficio de los sectores privilegiados (empresariado, derecha política y económica, iglesia, militares, etc.).

Este gobierno no ha dudado ni un momento en firmar Tratados Comerciales que acrecientan la brecha de desigualdad social, no ha dudado en aliarse con sectores ultra conservadores para gestionar políticas de interés público, no ha dudado en concesionar tierras y pueblos originarios para vendérselas al mejor postor trasnacional y no ha dudado en extender sus afanes por criminalizar las justas protestas sociales y reprimir todo intento de reclamo, reivindicación o defensa de nuestros recursos y tierras.

Tal es el caso de la protesta del pueblo cusqueño que tuvo a más de 20 mil manifestantes acatando de manera masiva y contundente un paro regional de 48 horas contra el proyecto agro-energético Majes-Siguas II, rechazado por la provincia de Espinar. Prueba de esto fue que el transporte, los mercados, los bancos, las labores académicas y el servicio turístico se vieron obligados a suspender sus actividades. Frente a estas medidas de lucha, el Estado naturalmente reaccionó con más violencia y represión causando víctimas mortales y más de diecisiete heridos por impacto de arma de fuego, entre los cuales se registran cinco menores de edad.

Es importante mencionar que el pueblo cusqueño se opone a este proyecto destinado a abastecer de recursos hídricos al Cusco y que ocasionaría para Espinar un déficit de 12.8 millones de metros cúbicos de agua al año procedentes del río Apurímac. Así mismo decimos claramente que la responsabilidad del gobierno aprista, es evidente, pues el Presidente del Consejo de Ministros, José Antonio Chang Escobedo, es también el Presidente del directorio de Pro Inversión, que ha otorgado la buena pro del proyecto Majes Siguas. De modo que Chang opera como juez y parte. A su vez, Chang Escobedo ordenó la masacre de los manifestantes en Espinar, haciendo uso de los decretos que criminalizan la protesta y garantizan la impunidad de los policías que disparen contra el pueblo.

Por otro lado, el Presidente García Pérez, en su último discurso de 28 de julio ante el Congreso, sew dedicó a trastocar las cifras del “crecimiento” económico, pretendiendo vender la imagen del Perú como un país del primer mundo, fiable a las santas inversiones exntranjeras. Es decir, su proposito es persistir con su política económica neoliberal, favorecer a las transnacionales de la muerte con el mito de la inversión extranjera; y por otro lado, seguir explotando a la inmensa mayoría de peruanos, profundizando la privatización de territorios indígenas, recursos naturales, puertos, aeropuertos, agua; mientras los faenones de corrupción continúan en la impunidad.

Y respecto del gas de Camisea –otro tema vital en recursos energéticos del país- ha sido clara la mentira a todo el país, cuando se afirma que contamos con las suficientes reservas, como para seguir exportando dicho recurso, anunciando la “renegociación” de las regalías, olvidándose que las razones que explican seriamente la resistencia y lucha de los pueblos del Sur, especialmente del Cuzco y los hermanos indígenas Mashigenkas del Urubamba, es precisamente priorizar la producción del gas para el mercado regional, según las leyes con que se suscribió, debe abastecer el mercado nacional y regional.

No contento con esto, el gobierno aprista pretende ampliar la capacidad de transporte de gas a través de la empresa TGP, que mediante el proyecto “Looq Selva”, busca construir un par de ductos subterráneos de 143 kms cada uno, atravesando 3.5 kms del Santuario Nacional Megantoni, con un diámetro de 4 metros, con una trocha de 25 metros de ancho. El impacto ambiental y social será profundo y de imprevisibles consecuencias. Entre el 2004 y 2007 hubo 7 derrames, estando nuevo el ducto y será mucho peor en los 30 años de duración del contrato. La lucha del pueblo de la Convención, Cusco y de nuestros hermanos indígenas del Urubamba, en defensa del Gas y del Santuario Nacional Megantoni, es una lucha en defensa de los recursos, las tierras y la vida misma.

Avancemos, avancemos…

Entonces, este marco de conmemoración no puede ser pasada por alto, no podemos olvidar que tenemos cinco siglos de abusos, de explotación, de violencia que deben terminar. No olvidemos que los amos imperialistas no se han ido, siguen aquí, solo han cambiado de rostro y de discurso. Las antiguas carabelas que navegaron por los océanos, hoy son tanques y aviones de ultima tecnología que crean bases militares yanquis en suelo latinoamericano. Las antiguas cruces reales hoy son símbolos de marcas de multinacionales capitalistas, los antiguos colonizadores hoy son los jefes del Imperialismo Norteamericano que en contubernio con la Unión Europea, los grandes grupos de poner nacionales e internacionales y los gobiernos serviles –cual otrora Felipillo- como el nuestro.

Frente a las arremetidas del actual modelo económico y frente a la imposición de estado de las cosas que pretende pasarse como democrático y humanista, frente a los discursos fatalistas del fin de la historia y de la muerte de las utopías, levantemos banderas de lucha y resistencia. Levantemos la unidad de todos los que luchan, de todos los pueblos y sectores explotados y emprendamos la real liberación de todas las cadenas que nos someten. No cambiemos de verdugos, sino que atrevámonos a ir más allá. A construir desde las bases el nuevo mundo, donde quepan todos los mundos.

Hagamos real aquel grito revolucionario que clamaron hermanos mexicanos o españoles por Tierra y Libertad, comprendiendo su verdadero concepto libertario, por fuera de consignas y mal usos partidistas. De nosotros y nosotras depende el rumbo que sigan nuestros pueblos y la defensa irrestricta de nuestra cultura y nuestras vidas. ¡Avancemos!

sábado, 9 de octubre de 2010

Mario Vargas Llosa, ¿intelectual comprometido con su tiempo?


  
Mario Vargas Llosa,
¿intelectual comprometido con su tiempo?

A propósito del Premio Nobel de Literatura 2010

En medio de los ánimos aun caldeados por las recientes elecciones municipales y regionales en el Perú, y con la atención pública volcada a la espera del resultado final del conteo de votos, cayó una noticia de tremendo peso histórico para nuestro país en general: la Academia Sueca le otorgó el Premio Nobel de Literatura 2010 al afamado escritor peruano Mario Vargas Llosa, “por su cartografía de estructuras de poder y sus mordaces imágenes de la resistencia individual, sublevación y derrota”, como mencionó un miembro del comité encargado.

Desde que se instituyeran los premios Nobel en 1901, bajo responsabilidad y mandato testamentario del famoso inventor y químico sueco Alfred Nobel, se ha celebrado año tras año este certamen entregando galardones en merito al reconocimiento de hombres y mujeres que marcaron la historia en diversos campos del quehacer humano, siendo la Literatura la cuarta mención de los cinco preciados premios de la Academia.

Al mismo tiempo que esta premiación generaba los más encendidos saludos y hasta discursos oficiales en el Perú a cargo del gobierno central con Alan García a la cabeza –otrora enemigo político de Vargas Llosa- y del gobierno regional de Arequipa, tierra natal del hoy premio Nobel, quienes no escatimaron en elogios y proyectos de homenajes de carácter oficial con días de feriado incluido. Del mismo modo ya la prensa internacional hacia reseñas y crónicas sobre la vasta obra literaria del autor peruano, haciendo hincapié en su prodigiosa pluma, su verso envolvente y su capacidad creativa en narrativa y periodismo que ejerció desde temprana edad.

Del mismo modo, se hizo menciones notorias sobre su papel como intelectual de nuestro tiempo y su posición respecto a la política latinoamericana y la europea. Entrando a tallar su abierta adhesión al liberalismo como forma ideológica de interpretación de la realidad.

Por lo mismo, fue elogiado por su “defensa de las libertades del individuo frente a todo totalitarismo de cualquier sector político”. A la par de su innegable calidad de escritor se le señala como un paradigma de pensador comprometido con su tiempo, esto sumado a una de sus primeras declaraciones ante la prensa, cuando dijo que “yo soy el Perú”. Es justamente de esta frase de la que partirnos para el desarrollo de este texto.

¿En qué momento se jodió Vargas Llosa?

En el libro Conversaciones en La Catedral, la obra empieza con una reflexión de Santiago Zavala, “Zavalita”, que recae en una pregunta: “¿En qué momento se había jodido el Perú?”. Esta pregunta se hizo común en el argot popular peruano y hoy bien podríamos aplicarlo al autor intelectual de tal frase.

Mario Vargas Llosa nació en Arequipa (Perú) en 1936, y desde adolescente mostró sus trabajaos literarios y escritos periodísticos en la prensa limeña. En 1953, durante el gobierno militar de Manuel A. Odría, Vargas Llosa ingresó a la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, donde estudió Derecho y Literatura. Es allí donde participa en la política universitaria a través de la célula Cahuide, bajo control del Partido Comunista Peruano, entonces perseguido por el gobierno, contra el que Vargas Llosa se opuso a través de panfletos universitarios y en fugaces protestas públicas.

A partir de ese año, el escritor peruano adhiere a las ideas socialistas e incluso se hizo un fervoroso defensor de la Revolución Cubana y todo cuanto en nombre de la izquierda nacional y latinoamericana se hacía, llegando incluso a defender los procesos de nacionalización y reformas agrarias del gobierno del general Juan Velasco.

Se sabe que se inició en su militancia marxista bajo las enseñanzas del ex guerrillero Héctor Béjar y quienes le conocieron en aquella época señalan que su apasionamiento cuasi visceral por sus ideas ya se dejaba ver. Aquella convicción en la pronta revolución socialista y popular era manifestaba por el joven escritor sin reparos aparentes.

Pero luego, se dio su ruptura con esta misma izquierda con el caso de la autocrítica del poeta cubano Alberto Padilla, aun cuando hace poco tiempo había escrito lo que muchos consideraron “el mejor ensayo latinoamericano de defensa de la Revolución Cubana”. Luego de este “desencanto” se acerca al Partido Demócrata Cristiano de Héctor Cornejo Chávez, esperanzado en que dicho partido lanzaría la candidatura de José Luis Bustamante y Rivero quien, por aquel entonces, regresaba del exilio. Durante este tiempo, trabajaría como asistente del renombrado historiador sanmarquino Raúl Porras Barrenechea en una obra que nunca llegaría a concretarse: varios tomos de una monumental historia del Perú.

Desde entonces inicia su carrera literaria ligada estrechamente a su nueva posición ideológica: un liberalismo fiel a los principios de las supuestas libertades individuales, pero más incisivo en las libertades económicas y de mercado, que en nuestra región se ha traducido siempre como sustento teórico de lo que en realidad se aplicó como neoliberalismo salvaje, que en la practica llevó a Vargas Llosa a apoyar –en su momento- descaradamente a regímenes fascistas como el Pinochet en Chile en su marcha por arrasar con las oposiciones de izquierda e imponer los designios de los Chicago Boys, liberalismo económico en beneficio de la burguesía nacional e internacional.

Luego, en 1987 el escritor peruano encabezó una de los mítines que por entonces la derecha peruana, asustada por un gobierno populista del Apra de aquellos años, realizaba. Aquel año encabezó la oratoria de la noche contra los intentos de estatización de la banca de un joven Alan García, que fue atacado y acusado por un furibundo Vargas Llosa. Vargas Llosa y la política

A partir de ese momento se convirtió en líder de una coalición de derecha, el Frente Democrático Nacional (FREDEMO), que poco después lo proclamó candidato a la presidencia de la República. Donde, como ya se sabe, perdió las elecciones frente aun total desconocido de rasgos japoneses en 1990. Sobre esta derrota, se le ha reprochado haber anunciado con prontitud su programa neoliberal, mientras su opositor, Alberto Fujimori, sostenía que iba a gobernar sin ese programa y contra él. Apenas encaramado en el gobierno, Fujimori procedió a desmentirse y a aplicar el mismo modelo que su opositor.

Sobre este contexto, el periodista César Lévano en su columna cotidiana nos recuerda que “un episodio poco conocido de esa etapa, ocurrió cuando Luis Bedoya Reyes desmintió unas declaraciones de Vargas Llosa, que había informado de un acuerdo del Frente para que el candidato para la alcaldía de Lima fuera Eduardo Orrego, de Acción Popular, y el del Callao, un miembro del Partido Popular Cristiano. Bedoya quería que los dos candidatos fueran de su partido. Mario se indignó, renunció a la candidatura presidencial y viajó a Europa. Costó convencerlo de que retornara a la lid”.

Por lo demás en cuanto a su accionar político, se sabe que Vargas Llosa es enemigo enconado de los gobiernos de Fidel Castro en Cuba, de Hugo Chávez en Venezuela y de Evo Morales en Bolivia. A quienes acusa de dictadores, autócratas y demás, ganándose para si mismo simpatías generales de sectores conservadores, de derecha neoliberal y de políticos opositores que desde sus países de origen, desde Miami, desde la oligárquica Santa Cruz, desde la comodidad europea y bajo el auspicio de Washington preparan asonadas en Latinoamérica para recuperar el poder que sienten que “les pertenece”.

Del mismo modo, no podemos olvidar cuando nuestro hoy Nobel de Literatura defendió la invasión y agresión a Irak, partiendo del supuesto de que Sadam Husein tenía armas de destrucción masiva, tal como pregonaba el discurso imperialista. Además como olvidar sus opiniones y declaraciones con motivo de la masacre a comunidades amazónicas en las jornadas de lucha del 2009, cuando Bagua fue el epicentro de la resistencia amazónica frente a la usurpación de tierras originarias para vendérselas a las transnacionales, bajo gestión del gobierno aprista y la venia de la derecha peruana.

Sobre esos hechos, no protestó por la agresión a los pueblos amazónicos, no defendió sus libertades individuales ni sus derechos democráticos, no defendió el derecho a la libre autodeterminación, no se opuso a la barbarie policial que regó de sangre la selva peruana, no se indignó con el autoritarismo del gobierno tranzando con la oligarquía criolla, no criticó la presencia de bases militares norteamericanas en suelo peruano, no acusó al presidente por su afán de lotizar y comercializar todos los territorios nacionales ni cuando desde el gobierno se atacó a todos aquellos a quienes se oponían cavernariamente al progreso y la inversión”. Quizá porque en su novela “El Hablador” presenta un personaje que parece haber inspirado mamotreto divisionista “El síndrome del perro del hortelano” de Alan García.

Entonces es curioso –por decirlo menos- que la Academia Sueca haya premiado a Vargas Llosa por “su exploración de la cartografía del poder”, cuando hasta ahora él ha omitido el análisis del poder del dinero, del mercado y del imperialismo, la repercusión de la acumulación de riquezas y de poder político en unas cuantas manos que controlan y dirigen los designios populares. El Nobel de Literatura no ha se pronunciado sobre el poder financiero que aboga y paga las invasiones a pueblos enteros y los somete en nombre de la democracia y la libertad.

Vargas Llosa o la imposición del pensamiento occidental

Pero dejemos un momento de lado su vida política y sus extravíos ideológicos en beneficios de las burguesías liberales y veamos su papel y su estructuración literaria, de quien en 1993, a sus 57 años de edad, adoptó también la nacionalidad española.

Cuando atravesamos tiempos de reacomodos en el poder político mundial, cuando atravesamos contextos de convulsiones sociales en Latinoamérica y el mundo, cuando las masas desposeídas reclaman nuevos paradigmas referenciales o nueva cultura al acceso de todos. Cuando se pide compromiso de los intelectuales en su papel de mentes liberadoras de la ignorancia popular junto al pueblo sufrido, como lo reclamaba y lo ejercía Manuel González Prada en 1905 con su discurso “El intelectual y el obrero”, tenemos a “representantes” de nuestra lengua que no han dudado en construirnos mundos ideales basados en sociedades y practicas ajenas a la cosmovisión que guardan nuestros pueblos.

Como el caso el mismo Vargas Llosa, cuando escribió en 1996 “José María Arguedas. La utopía arcaica y las ficciones del indigenismo”, donde el novelista arremete injustamente contra Arguedas, a pesar de que en 1964 le confesó al periodista Lévano que (Vargas Llosa tenía) “una gran admiración por Arguedas. Él parte de una realidad concreta. En él, el detalle anecdótico adquiere una dimensión universal. En literatura, folclor es pintoresquismo; realidad vista con ojos forasteros. Arguedas escribe desde adentro”.

En su escrito sobre Arguedas, el escritor hispano-peruano revela un evidente arcaísmo tanto metodológico como teórico. Esto se observa en la manera como se acerca al texto literario y en sus ideas sobre el pensamiento mítico. Pues en dicha novela se puede observar con claridad ciertas incoherencias entre la teoría de la novela, sustentada la metodología de interpretación textual, aplicada al análisis de cada una de los relatos de José María Arguedas.

“Considero que existe, en algún sentido, una contradicción entre el marco epistemológico y el método de análisis textual. Mientras que el primero subraya que la literatura construye su propio referente y, por consiguiente, ella no debe comprenderse desde una perspectiva referencialista; el segundo pone de relieve que los textos arguedianos reflejan los traumas del autor y de ese modo el crítico cae en la trampa del referencialismo psicologista, tan peculiar a la estética positivista del siglo XIX. El discurso artístico, pues, revela los traumas del autor real, según Vargas Llosa”, ha señalado ciertamente el crítico literario, miembro de la Academia Peruana de la Lengua y profesor universitario, Camilo Fernández Cozman.

Por su parte, Vargas Llosa afirma que la literatura no expresa una verdad rigurosamente histórica. La literatura no puede determinarse de acuerdo con un modelo preexistente. No refleja la realidad como un espejo. Vargas Llosa distingue la ficción literaria del discurso sociológico. La primera tiene su propia lógica y dinámica; en cambio, el segundo es de naturaleza diferente. Sin embargo, él mismo matiza su afirmación: "Esta reconstitución sediciosa de la vida en una ficción, a imagen y semejanza de una historia personal -en la que, desde luego, se refleja también la Historia a secas-, es lo que intentaré describir en este capítulo sobre los cuentos de Arguedas", señaló en el libro que citamos líneas arriba.

Entonces, observamos que Vargas Llosa critica a lo largo de “La utopía arcaica” las lecturas referencialistas de la obra artística. La teoría del compromiso puso de relieve que la función de la literatura era documentar el Perú profundo. Según Vargas Llosa, se creía equivocadamente que la literatura era un quehacer mimético, explicable sociológica e históricamente.

Vargas Llosa se comporta frecuentemente como un terapeuta a quien Arguedas no le pudo pagar la consulta. Pone de relieve que los cuatro relatos eróticos inéditos de Amor mundo fueron "escritos, por consejo de los médicos, como posible terapia para los traumas que dejaron en su personalidad aquellas experiencias sexuales de infancia". Según el autor, "Arguedas ha proyectado en ese personaje recurrente de sus relatos, el niño que fue".

En toda la obra de Vargas Llosa, y su repercusión en todos sus trabajos posteriores, se sigue observando el talante occidentalista o europeizante de este autor para “criticar” lo que el creía atrasos culturales, lastres de utopías absurdas, sentimientos ocultos, resentimientos frente a lo nuevo y que nada tenían que ver con la visión del hombre moderno y modelo que nos pretendía crea.

¿Defensor de la libertad, la verdad y la democracia?

Para la historia peruana, quedara en el recuerdo aquel 26 de enero de 1983, cuando ocho periodistas fueron asesinados por militares peruanos en la aldea de Uchurajay, Ayacucho (en plena guerra interna). Por ese entonces, el ya autodenominado “defensor de los derechos humanos y adalid de la libertad de expresión”, Mario Vargas Llosa presidió una comisión especial cuyo cometido no fue el de hallar justicia para los periodistas asesinados ni mucho menos, sino exculpar a sus asesinos y de paso, echarles la culpa a los campesinos “brutos e ignorantes” de la zona. Y todo ello con el noble propósito, según él mismo, de "defender la democracia".

El entonces presidente del Perú, Fernando Belaúnde Terry, designó una comisión investigadora, que presidió el escritor peruano Mario Vargas Llosa, cuyo informe final señalaba que “los periodistas pudieron ser asesinados al ser confundidos con terroristas”. Esta versión fue descartada cuando, meses más tarde, fue hallado el equipo fotográfico del periodista Willy Retto, una de las víctimas, con rollos que al ser revelados mostraron escenas en las que los periodistas se estaban identificando ante los campesinos.

Cuando el Tribunal de Ayacucho le increpo estas evidencias y pregunto a Vargas Llosa porque había falsificado la verdad, este admitió que aceptó colaborar con el gobierno "para salvar la democracia". Quedó así probado que esta comisión no fue a Ayacucho a esclarecer los hechos, o a rescatar la verdad de los hechos, sino a encubrir el crimen de las Fuerzas Armadas.

Luego de este informe, Vargas Llosa nunca reconoció su deuda con los campesinos que, por su Informe, fueron perseguidos, torturados y enviados a la cárcel. Jamás reconoció su deuda al país por semejante atropello a la verdad y libertad de inocentes. Tampoco admitió, siquiera como hipótesis de su investigación falseada, que los militares pudiesen ser autores del crimen. Le pagaron para encubrir tal crimen y este vendió su fama de buen escritor como vulgar.

Pero por el contexto político de entonces y por los entramados de la política peruana actual, este escritor goza aun de impunidad y hasta recibe honores por aquella “investigación” de la vergüenza. En lugar de arrepentirse o de ponerse a derecho, Vargas Llosa optó por declararse español, para salvarse de cualquier otro intento de juicio, como lo intentaron los magistrados de Ayacucho.

Para terminar este recorrido breve sobre Vargas Llosa, podemos decir que este galardón solo viene como distractor especial que ahora el gobierno utilizara en lo que es la ultima recta de su gestión. Ahora los discursos de unidad nacional, de orgullo patrio, de reconocimiento del Perú en el mundo, resonaran como campas de iglesia.

Quienes se atrevan a criticar este galardón, serán tachados de antipatriotas, de aguafiestas (títulos que no nos incomodan para nada) por la osadía de oponerse al accionar político e intelectual de Vargas Llosa.

Y como mencionamos a inicios de este texto, cuando Vargas llosa dice que “él es el Perú”, le recordamos que no es cierto. Que el Perú es el territorio que aun sufre asedio y sometimiento constante, el Perú también lo componen los grandes sectores marginados, excluidos, relegados de hombres y mujeres bombardeados por propaganda ajena a sus intereses.

El Perú es el mapa donde si dibujan huelgas y paros mineros, agrarios, populares en defensa de los recursos naturales y las tierras originarias. Es el escenario donde la derecha y la burguesía criolla –a la que pertenece Vargas Llosa- juega a la repartija de todo cuanto pueda venderse y comprarse, incluyendo los destinos populares.

Y sin caer en afanes nacionalistas ni chauvinistas -que de plano también rechazamos y confrontamos- decimos que el Perú es el puñado de luchas, de protestas, de esperanzas que quizás pudo sentirse reflejada si hablaríamos del Nobel a un César Vallejo, José María Arguedas o a un Ciro Alegría. Donde puedan sentirse todas las sangres y no solo los caprichos de un puñado de interesados. Pero ya vemos que la Academia se equivoca, que no es infalible que tener faros del pensamiento. Nosotros quienes nos adherimos sinceramente a la libertad real, a la democracia vital y humana, nos ponemos frente a este escritor que no es el Perú, sino su propio ego e interés político y económico.

Franz García U.
09 de octubre, 2010.

viernes, 1 de octubre de 2010

Ya salió el periódico anarquista ¡Avancemos! Nº 3


Editorial:
• Ahora más que nunca: ¡Unidad para luchar y vencer!

Análisis:
• El Estado peruano y los Decretos de la impunidad y la violencia

Comunicado:
12 de octubre.
.Latinoamérica se levanta. Latinoamérica quiere tierra y libertad.

Coyuntura:
• Contra el recorte de salarios: Votar SÍ en el Referndum fonavista
• ¡alan García y Lula Da Sila firman acta de muerte: Amazonía será destruida.
• El Estado peruano allana camino a su salida de la CIDH.

Economía:
• Proyecto de ley aprista busca fortalecer la gran propiedad II.

Nacional:
• Pueblos del Cusco se levantan en defensa de sus recursos.
• El color de vivir en la resignación. Crónica sobre La Oroya.
• Coyuntura electoral en Huancayo

Breves:
• ¡Quieren maquillar desalojos de vecinos de la margen izquierda del río Rimac!
• Gobierno aprista sigue vendiendo los recursos del país.
.Crimen y castigo en el caso Colina

Tribuna antielectoral:
• La derecha chilla por todos los medios y los medios arremeten contra el pueblo.

Opinión:
• Tiempo de elecciones. Texto de FAU (1999)
. Del Capitalismo bubónico y otras epidemias.

Especial:
• George Fontenis: trayectoria militante y el futuro de la alternativa libertaria (entrevista).

Internacional:
• Huelga general en España:
- 29 de setiembre, una oportunidad y un desafío.
- Apoyos internacionales a la Huelga del 29-S

Teoría:
• Los dos octubres - Piotr Archinov (1927)
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